La lechuga, aporta una enorme cantidad de calcio, magnesio, hierro, potasio, fósforo, zinc y vitaminas A, C, E y K, además de brindarnos fibra y ácido fólico, y un alto valor nutricional con un bajo aporte calórico.

A continuación te mostramos algunos de los beneficios de agregar lechuga a nuestra dieta cotidiana:

1. Gran fuente de antioxidantes que previenen el deterioro y envejecimiento celular
2. Purifican y oxigenan la sangre, mejorando la circulación.
3. Posee propiedades antinflamatorias, antivirales y antibacteriales.
4. Sus grandes cantidades de vitamina C, ayudan en la formación de colágeno, refuerzan el sistema inmune y reparan y mantienen el sistema óseo.
5. Ayudan a mantener el intestino en un funcionamiento óptimo y a estimular una mejor absorción de los nutrientes.
6. Su poder antioxidante mejora el funcionamiento del hígado, la vesícula y los riñones
7. Gracias a su alto contenido en clorofila, estimulan la producción de glóbulos rojos, frenan infecciones y ayudan enormemente en el proceso de cicatrización.